Este proyecto, impulsado por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), tiene como objetivo abordar desafíos como la estandarización, la capacitación y la implementación de políticas públicas que faciliten el uso de este material ecológico. Aunque el desarrollo de edificios en madera avanzó en países como Noruega, Suecia y Canadá, Argentina se encuentra en una etapa inicial, con la ambición de comenzar las obras en 2025.
La construcción con madera en masa (mass timber) ganó popularidad en Europa y América del Norte por sus beneficios ambientales y estructurales. Según el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH), existen aproximadamente 140 edificaciones de madera de ocho pisos o más a nivel global, la mayoría de ellas en países nórdicos y norteamericanos. Estos edificios, que utilizan madera sólida laminada, como CLT (Cross Laminated Timber), son reconocidos por su resistencia estructural, capacidad para soportar incendios y, sobre todo, por su sostenibilidad ambiental.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha instado a las ciudades a adoptar biomateriales, como la madera, para reducir las emisiones de carbono. Las urbes son responsables del 70% de las emisiones globales y, con el crecimiento de la población urbana proyectado para 2050, la construcción sostenible es crucial. La ONU estima que el uso de materiales como la madera podría reducir las emisiones hasta en un 40% en las próximas décadas.
Este proyecto, impulsado por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), tiene como objetivo abordar desafíos como la estandarización, la capacitación y la implementación de políticas públicas que faciliten el uso de este material ecológico. Aunque el desarrollo de edificios en madera avanzó en países como Noruega, Suecia y Canadá, Argentina se encuentra en una etapa inicial, con la ambición de comenzar las obras en 2025.
La construcción con madera en masa (mass timber) ganó popularidad en Europa y América del Norte por sus beneficios ambientales y estructurales. Según el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH), existen aproximadamente 140 edificaciones de madera de ocho pisos o más a nivel global, la mayoría de ellas en países nórdicos y norteamericanos. Estos edificios, que utilizan madera sólida laminada, como CLT (Cross Laminated Timber), son reconocidos por su resistencia estructural, capacidad para soportar incendios y, sobre todo, por su sostenibilidad ambiental.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha instado a las ciudades a adoptar biomateriales, como la madera, para reducir las emisiones de carbono. Las urbes son responsables del 70% de las emisiones globales y, con el crecimiento de la población urbana proyectado para 2050, la construcción sostenible es crucial. La ONU estima que el uso de materiales como la madera podría reducir las emisiones hasta en un 40% en las próximas décadas.
La altura del edificio se proyecta entre ocho y diez pisos, aunque dependerá del diseño final. Para este tipo de proyectos, el uso de CLT es esencial debido a su robustez y capacidad para soportar grandes estructuras. En Noruega, por ejemplo, se construyeron torres de hasta 85 metros de altura con este material. Sin embargo, en Argentina, donde el sistema predominante de construcción en madera es el Wood Frame, que permite edificaciones de hasta tres pisos, la producción local de CLT es aún inexistente.
Uno de los principales desafíos para la construcción del primer edificio de madera en Argentina radica en la falta de infraestructura para la producción de CLT a nivel local. Fernando Couto, director ejecutivo de Faima, explicó que además de la producción de CLT, están considerando el uso de Glulam (Glued Laminated Timber), un tipo de madera laminada encolada. Ambos materiales forman parte del concepto mass timber, que combina grandes paneles de madera sólida para pisos y paredes, con columnas de madera laminada, proporcionando una gran resistencia estructural y al fuego.
En cuanto a los costos, se estima que la construcción del primer edificio de madera en Argentina oscilará entre los USD 1.000 y USD 1.400 por metro cuadrado, dependiendo de las terminaciones de los espacios interiores y exteriores. Aunque esta cifra es competitiva frente a las construcciones tradicionales, la adopción masiva de este sistema constructivo aún enfrenta barreras regulatorias y culturales.
«En Argentina, a pesar de que todavía no hemos construido edificios de altura con esta tecnología, hemos visto un aumento en la construcción de viviendas utilizando sistemas de entramado de madera», comentó Vier. Este crecimiento ha sido impulsado en parte por la demanda de viviendas más eficientes y sostenibles.
La altura del edificio se proyecta entre ocho y diez pisos, aunque dependerá del diseño final. Para este tipo de proyectos, el uso de CLT es esencial debido a su robustez y capacidad para soportar grandes estructuras. En Noruega, por ejemplo, se construyeron torres de hasta 85 metros de altura con este material. Sin embargo, en Argentina, donde el sistema predominante de construcción en madera es el Wood Frame, que permite edificaciones de hasta tres pisos, la producción local de CLT es aún inexistente.
Uno de los principales desafíos para la construcción del primer edificio de madera en Argentina radica en la falta de infraestructura para la producción de CLT a nivel local. Fernando Couto, director ejecutivo de Faima, explicó que además de la producción de CLT, están considerando el uso de Glulam (Glued Laminated Timber), un tipo de madera laminada encolada. Ambos materiales forman parte del concepto mass timber, que combina grandes paneles de madera sólida para pisos y paredes, con columnas de madera laminada, proporcionando una gran resistencia estructural y al fuego.
En cuanto a los costos, se estima que la construcción del primer edificio de madera en Argentina oscilará entre los USD 1.000 y USD 1.400 por metro cuadrado, dependiendo de las terminaciones de los espacios interiores y exteriores. Aunque esta cifra es competitiva frente a las construcciones tradicionales, la adopción masiva de este sistema constructivo aún enfrenta barreras regulatorias y culturales.
«En Argentina, a pesar de que todavía no hemos construido edificios de altura con esta tecnología, hemos visto un aumento en la construcción de viviendas utilizando sistemas de entramado de madera», comentó Vier. Este crecimiento ha sido impulsado en parte por la demanda de viviendas más eficientes y sostenibles.
(Fuente: Misiones Online)
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La construcción con madera en masa (mass timber) ganó popularidad en Europa y América del Norte por sus beneficios ambientales y estructurales. Según el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH), existen aproximadamente 140 edificaciones de madera de ocho pisos o más a nivel global, la mayoría de ellas en países nórdicos y norteamericanos. Estos edificios, que utilizan madera sólida laminada, como CLT (Cross Laminated Timber), son reconocidos por su resistencia estructural, capacidad para soportar incendios y, sobre todo, por su sostenibilidad ambiental.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha instado a las ciudades a adoptar biomateriales, como la madera, para reducir las emisiones de carbono. Las urbes son responsables del 70% de las emisiones globales y, con el crecimiento de la población urbana proyectado para 2050, la construcción sostenible es crucial. La ONU estima que el uso de materiales como la madera podría reducir las emisiones hasta en un 40% en las próximas décadas.
Este proyecto, impulsado por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), tiene como objetivo abordar desafíos como la estandarización, la capacitación y la implementación de políticas públicas que faciliten el uso de este material ecológico. Aunque el desarrollo de edificios en madera avanzó en países como Noruega, Suecia y Canadá, Argentina se encuentra en una etapa inicial, con la ambición de comenzar las obras en 2025.
La construcción con madera en masa (mass timber) ganó popularidad en Europa y América del Norte por sus beneficios ambientales y estructurales. Según el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH), existen aproximadamente 140 edificaciones de madera de ocho pisos o más a nivel global, la mayoría de ellas en países nórdicos y norteamericanos. Estos edificios, que utilizan madera sólida laminada, como CLT (Cross Laminated Timber), son reconocidos por su resistencia estructural, capacidad para soportar incendios y, sobre todo, por su sostenibilidad ambiental.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha instado a las ciudades a adoptar biomateriales, como la madera, para reducir las emisiones de carbono. Las urbes son responsables del 70% de las emisiones globales y, con el crecimiento de la población urbana proyectado para 2050, la construcción sostenible es crucial. La ONU estima que el uso de materiales como la madera podría reducir las emisiones hasta en un 40% en las próximas décadas.
La altura del edificio se proyecta entre ocho y diez pisos, aunque dependerá del diseño final. Para este tipo de proyectos, el uso de CLT es esencial debido a su robustez y capacidad para soportar grandes estructuras. En Noruega, por ejemplo, se construyeron torres de hasta 85 metros de altura con este material. Sin embargo, en Argentina, donde el sistema predominante de construcción en madera es el Wood Frame, que permite edificaciones de hasta tres pisos, la producción local de CLT es aún inexistente.
Uno de los principales desafíos para la construcción del primer edificio de madera en Argentina radica en la falta de infraestructura para la producción de CLT a nivel local. Fernando Couto, director ejecutivo de Faima, explicó que además de la producción de CLT, están considerando el uso de Glulam (Glued Laminated Timber), un tipo de madera laminada encolada. Ambos materiales forman parte del concepto mass timber, que combina grandes paneles de madera sólida para pisos y paredes, con columnas de madera laminada, proporcionando una gran resistencia estructural y al fuego.
En cuanto a los costos, se estima que la construcción del primer edificio de madera en Argentina oscilará entre los USD 1.000 y USD 1.400 por metro cuadrado, dependiendo de las terminaciones de los espacios interiores y exteriores. Aunque esta cifra es competitiva frente a las construcciones tradicionales, la adopción masiva de este sistema constructivo aún enfrenta barreras regulatorias y culturales.
«En Argentina, a pesar de que todavía no hemos construido edificios de altura con esta tecnología, hemos visto un aumento en la construcción de viviendas utilizando sistemas de entramado de madera», comentó Vier. Este crecimiento ha sido impulsado en parte por la demanda de viviendas más eficientes y sostenibles.
La altura del edificio se proyecta entre ocho y diez pisos, aunque dependerá del diseño final. Para este tipo de proyectos, el uso de CLT es esencial debido a su robustez y capacidad para soportar grandes estructuras. En Noruega, por ejemplo, se construyeron torres de hasta 85 metros de altura con este material. Sin embargo, en Argentina, donde el sistema predominante de construcción en madera es el Wood Frame, que permite edificaciones de hasta tres pisos, la producción local de CLT es aún inexistente.
Uno de los principales desafíos para la construcción del primer edificio de madera en Argentina radica en la falta de infraestructura para la producción de CLT a nivel local. Fernando Couto, director ejecutivo de Faima, explicó que además de la producción de CLT, están considerando el uso de Glulam (Glued Laminated Timber), un tipo de madera laminada encolada. Ambos materiales forman parte del concepto mass timber, que combina grandes paneles de madera sólida para pisos y paredes, con columnas de madera laminada, proporcionando una gran resistencia estructural y al fuego.
En cuanto a los costos, se estima que la construcción del primer edificio de madera en Argentina oscilará entre los USD 1.000 y USD 1.400 por metro cuadrado, dependiendo de las terminaciones de los espacios interiores y exteriores. Aunque esta cifra es competitiva frente a las construcciones tradicionales, la adopción masiva de este sistema constructivo aún enfrenta barreras regulatorias y culturales.
«En Argentina, a pesar de que todavía no hemos construido edificios de altura con esta tecnología, hemos visto un aumento en la construcción de viviendas utilizando sistemas de entramado de madera», comentó Vier. Este crecimiento ha sido impulsado en parte por la demanda de viviendas más eficientes y sostenibles.
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